Érase una vez una mujer que se volvió invisible
Al principio era solo tenue, algunos se tropezaban sin querer porque ups!! No te habían visto.
A veces no recibía porción de pastel cuando era cumpleaños de alguien porque Upss!! No alcanzó para todos.
Luego dejo de enterarse de lo que iba pasando porque Ups!! Me olvide de copiarte en el email.
Al mismo tiempo dejo de asistir a las reuniones porque la reuna se armó a último minuto!!
De pronto su voz se volvió un susurro y algunos al principio sintieron que todo estaba más silencioso pero había tanto que hacer que quizá era solo una sensación.
Es que todos tienen tanto que hacer y están metidos en sus cosas decían cuando alguna vez un susurro se convertía en un porque.
Un día simplemente por probar se quedo en su habitación y no emitió un susurro más, miro por la ventana la gente pasar, y el tic tac del reloj le dijo que las horas pasaban sin que siquiera le avisaran de la hora de almorzar, se cubrió con la frazada y pensó que todo era un sueño.
Comenzó a buscarle el lado agradable al asunto: para que quiero comer torta si me voy a ver más gorda pero por otro lado si nadie me ve puedo comer mas torta sin importarme engordar. Pero si nadie me ve y estoy más gorda como evitaran golpearme al tropezar conmigo. Si no me avisan de las reuniones menos regalos comprare, menos tiempo frente al espejo ocupare, menos conversaciones insulsas soportare; y así al infinito se concadenaban reflexiones en su mente.
Así que un día decidió abrir un blog, inscribirse en twitter y comenzar a postear a cada instante para sentir que existía: total si nadie te ve en la realidad al menos en la virtualidad del Internet descansare. Bien dicen que si no estas en Internet no eres nada… o al revés si eres invisible y estas en Internet comienzas a ser algo. Entonces eso de Pienso luego existo se convierte en Posteo luego existo.