15 de diciembre de 2008
A veces creo que no puedo esperar más… a veces creo que la impaciencia se vuelve insoportable.
Es que me imagino como será tener por primera vez en mis brazos a mi hijita, me imagino que sentiré que es muy pequeña y tendré algo de miedo de que se me caiga. Me imagino que la abrazare con ganas de apretarla fuerte fuerte contra mi pecho para que sepa que la amo sobremanera pero que a la vez no apretare mucho porque me dará temor que mi frágil niña se desarme con el apretón.
Me imagino también que cada cosa que haga me parecerá maravillosa y a la vez complicada… que me parecerá difícil y que temeré más que nunca equivocarme.
Pienso también que eso que me han dicho todos de que no dormiré nunca más seguro que sucederá, que no dormiré porque mis sentidos se mantendrán alerta para levantarme al menor sonido que revele que ella necesita de mí.
Siento que si antes me preocupaban muchas cosas en la vida ahora todo girara en torno a ella… que viviré y soñare en torno a mi pequeña, que las cosas tendrán valor y color en torno a ella.
Dicen que ser madre te cambia la vida, obviamente nada podrá ser igual una vez que tenga en mis brazos a mi hija.
Sé también que con esto mi pequeña familia de dos crecerá para ser una familia de tres, una familia donde siempre el motor fue el amor y donde de pronto el amor tendrá nombre y rostro, será pequeñita y la amaremos infinitamente.
Es que me imagino como será tener por primera vez en mis brazos a mi hijita, me imagino que sentiré que es muy pequeña y tendré algo de miedo de que se me caiga. Me imagino que la abrazare con ganas de apretarla fuerte fuerte contra mi pecho para que sepa que la amo sobremanera pero que a la vez no apretare mucho porque me dará temor que mi frágil niña se desarme con el apretón.
Me imagino también que cada cosa que haga me parecerá maravillosa y a la vez complicada… que me parecerá difícil y que temeré más que nunca equivocarme.
Pienso también que eso que me han dicho todos de que no dormiré nunca más seguro que sucederá, que no dormiré porque mis sentidos se mantendrán alerta para levantarme al menor sonido que revele que ella necesita de mí.
Siento que si antes me preocupaban muchas cosas en la vida ahora todo girara en torno a ella… que viviré y soñare en torno a mi pequeña, que las cosas tendrán valor y color en torno a ella.
Dicen que ser madre te cambia la vida, obviamente nada podrá ser igual una vez que tenga en mis brazos a mi hija.
Sé también que con esto mi pequeña familia de dos crecerá para ser una familia de tres, una familia donde siempre el motor fue el amor y donde de pronto el amor tendrá nombre y rostro, será pequeñita y la amaremos infinitamente.