Siempre he creído que Dios tiene un plan para nosotros, que cada cosa que va pasándonos tiene un porque, nosotros como seres humanos no somos capaces de vislumbrar las razones de cada cosa mientras nos va pasando pero cuando miramos hacia atrás a veces podemos entender las razones.

Mañana 23 se cumple un año desde que perdí a mi primer bebe… siempre he estado convencida de que era un niñito, no pregunten porque es un convencimiento sentimental, no racional ni mucho menos científico.

El año pasado no fue precisamente la navidad más feliz del mundo…en realidad no hay una navidad más triste que aquella en que lloras la perdida de un ser amado.

Ahora me encuentro en el momento de expectativa por la pronta llegada de mi hija, no sé porque se me ha metido en la cabeza que nacerá mañana… justo mañana cuando se cumple un año de que su hermanito se fue al cielo…tengo la idea clavada en el alma de que ella vendrá ese día; me digo que no puede ser mera casualidad que justo cumpla 37 semanas de embarazo esta semana…se dice que a las 37 semanas el bebe ya esta a termino y puede llegar en cualquier momento.

Será acaso la voluntad de Dios que mi hija llegue mañana y le de un nuevo significado a estas fechas???? Aunque no lo haga ya le ha dado nuevos significados porque ahora no solo tendré un recuerdo triste sino el recuerdo alegre de la expectativa de su llegada.

Tampoco quiero sugestionarme, la mente humana es muy poderosa, no vaya a ser que por andar pensando en esto adelante el momento, yo no quiero que las cosas sean a mi voluntad, yo no quiero forzar nada…yo quiero que mi bebe llegue cuando tenga que llegar, que tenga su momento perfecto en que dentro de mi se diga “ya es hora de conocer a mi mamá” y se empuje hacia la vida para estar conmigo.