14 de mayo de 2006
"Durante el viaje en el tren, Clara puso al día a su hija sobre las novedades de la familia y la salud de su padre, esperando que Blanca le hiciera la única pregunta que sabía que su hija deseaba hacer, pero Blanca no mencionó a Pedro Tercero García y Clara tampoco se atrevió a hacerlo.Tenía la idea de que al poner nombre a los problemas, éstos se materializan y ya no es posible ignorarlos; en cambio, si se mantienen en el limbo de las palabras no dichas, pueden desaparecer solos, con el transcurso del tiempo."
Isabel Allende , La casa de los espíritus.

Ojala fuera cierto que con no darles nombre, apellido y señas particulares, los problemas desaparecieran; pero creo que no identificarlos y dejarlos volar por alli a nuestro alrededor solo es posponerlos... a veces puede ser una estrategia evasiva (enfrentemos el hecho de que no siempre estamos de humor para solucionar problemas) otras veces es una maniobra de negación (sabemos perfectamente cual es el problema pero en verdad no queremos que este alli y preferimos negar su existencia evitando nombrarlo) la mayoria de las veces creemos (no se que mecanismo cerebral nos lleva a ello pero así pasa) que en verdad desapareceran tal como Clara lo creyo en La casa de los espíritus ... tal vez asi nacio eso de la esperanza es lo último que se pierde... quien lo sabe...Pero la realidad es que tratemos de verlos o no.. alli siguen (si son erdaderos) esperando saltar sobre nosotros... asi que mejor seamos nosotros los que saltemos sobre ellos.. no podemos dejar que nos coman no?? comamos primero!!!!
 
posted by Coralí at 9:30 p.m. |


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