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Mi vida normalmente parece una ruleta rusa donde el verbo dormir ocupa un espacio muy pequeño, casi imperceptible, pues bien el miércoles me acoste a dormir a las 8:00pm (super ultra temprano para mi estandar normal) y, como tenía un cansancio acumulado de no tengo idea cuantas horas, cai en un profundo e ininterrumpido sueño donde pude pasar revista, de manera onirico- virtual, a mis diversos traumas y temores reprimidos (es decir tuve un sueño) , dichas profundas reflexiones se perdieron en el limbo entre el el sueño profundo y el sueño liviano o simplemente las olvide con el susto que me da cotidianamente la alarma de mi celular a las 6:30am.
Luego de pensar "unos minutitos más no me harán llegar tarde" (que significa: todos mis movimientos estan friamente calculados especialmente los que me teletransportan a la oficina) tuve mi primer pensamiento real del día: "me siento muy cansada" e inmediatamente mi segundo pensamiento: "¿por qué tengo sueño si he dormido tantas horas?" y de ahi una cadena de pensamientos dando vueltas al mismo tema que me acompañaron durante el proceso de teletransportación al trabajo.
Durante la ruleta rusa que es mi día en la oficina dedique un par de pensamientos más al asunto hasta que a media noche, me llego la respuesta:
Coralí :... y desperte y seguía cansada.
José : es que dormir cansa.
He ahí la solución a mi dilema: si trabajo mucho ergo me canso
si duermo mucho ergo me canso
Conclusión: puedo dormir o trabajar pero igual me voy a cansar así que deberé tomar una sabia decisión y escoger la actividad más productiva o encontrar el perfecto equilibrio entre ambas actividades.