1 de agosto de 2008
Todos los días en la mañana amanezco con ganas de renunciar a mi trabajo, una sonrisa se asoma a mi rostro mientras lo pienso pero continúo vistiéndome para ir a mi oficina.
Gracias a Dios ya estoy en casi cuatro meses de embarazo porque los primeros tres meses las nauseas, los mareos y todas esas cosas que suenan tan típicas del embarazo me tenían fastidiada, era arrastrarme de mi camita para ir a mi oficina a pasar el día tratando de sobreponerme y de ser la mujer maravilla mientras seguía pensando en que quería volver a mi camita, siempre me decía que yo era una mujer moderna que trabaja y que esas épocas maravillosas donde la mujer embarazada se quedaba en su casa descansando, tejiendo y soñando con el bebe eran cosas del pasado y por eso debía seguir trabajando.
Lo cierto es que mi trabajo me distraía de algunos malestares (ojala pudiera decir que me hacia olvidarlos o no sentirlos pero en realidad solo me distraía porque allí seguían) y no hay que olvidar que mis compañeros de trabajo me miraban con cierta curiosidad correr al baño a vomitar o comerme una o varias manzanas a media mañana para evitar sentirme mal.
Hoy las cosas están mejor, sigo agotada (porque en verdad esto es bien agotador) pero estoy más lucida y con menos malestares y aunque aún quisiera renunciar me creo un poco mas eso de que soy moderna y debo trabajar para sacar adelante a mi pequeña familia.
Que puedo hacer? En el fondo sé que me gusta trabajar, que me gusta la carrera que escogí y me siento afortunada de poder trabajar en lo que me gusta; por ahora estoy bien y mi bebe también así que seguiremos con la rutina de pensar que renuncio, sonreír y aún así ir a trabajar.
 
posted by Coralí at 11:45 a.m. |


1 Comments:


At 12:28 p.m., Blogger Cys

Yo también quiero renunciar, tal vez pronto lo haga y me niego a vivir en la modernidad por mucho tiempo.