1 de marzo de 2008
Paseando por Wong me tope con un par de niñitos que estaban tirados en el piso leyendo muy concentrados unas revistas, la imagen me impresionó y me hizo pensar que era un gran avance ver a un niño tan interesado en la lectura hasta que mi esposo me hizo notar lo que leian: REVISTAS DE JUEGOS, de esas que dan los trucos para los juegos de computadora.
Me quede pensando en que esta generación es la generación que aprende más rápido (quien no ha visto lo rápido que estos enanos entienden como funcionan los celulares y todo aparatejo que les cae en las manos??) es la generación que despierta a la vida más rápido, supongo que es por la cantidad de estimulos con los que son bombardeados todos los días, pero sobre todo es la que deja la niñez más rápido. Siempre se ha dicho que los niños crecen muy rápido, pero creo que ahora la frase queda chica respecto a la realidad; cuando uno ve a niños por la calle ya no ve niños como los de nuestra época si no que ve adultos enanos: es como si los niños se saltaran ciertas etapas... no lo sé con certeza, solo lo percibo cuando escucho a algunos niños en la combi o por la calle, tienen conversaciones muy diferentes a las de los niños de otra época.
Que se puede hacer si la tecnología cambia todos los días y la internet ha abierto la posibilidad de conocer el mundo mucho más rápido que antes (antes si tenias una duda preguntabas a tu papá o a tus amigos o buscabas un libro pero ahora simplemente googleas y listo mil respuestas diferentes a tu pregunta) es inevitable ante tanto conocimiento y tantas posibilidades el no cambiar de mentalidad el no crecer a mendida que se conoce más y más.
En fin, es el ritmo del mundo actual ya no debría sorprenderme mucho
posted by Coralí at 7:19 p.m. |
3 Comments:
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Publicar un comentarioSí es diferente, para mis años de chiquita ya estábamos empezando a aburrirnos con juegos como las escondidas, las pijamadas y la rayuela y recuerdo mis primeros video juegos, eran las 11 de la noche y yo todavía estaba pegada al contro quería seguir hasta que me lo quitaron.
Puede llegar a convertirse en una adicción hasta para adultos.