21 de octubre de 2006
Cambiar es siempre una experiencia que requiere gran poder de adaptación.
Hay cambios simples como cambiar de marca de shampoo o de marca de pasta de dientes puede que te hayas demorado en revisar las características de todas las marcas, si eres super obsesivo, pero una vez hecho el cambio no es difícil adaptarse a el.
Pero hay cambios más complejos como por ejemplo mudarte de ciudad cuando tienes 11 años: ello implicará despedirte de tus amigos, cambiar de colegio, ir a vivir a una nueva casa, un nuevo barrio, un sin fin de cosas nuevas que comparar con las cosas que dejaste atrás pero eres niño y te adaptas (los niños tienen una extraordinaria capacidad de adaptación)
Entre los cambios más difíciles y paradójicos se encuentra el terminar una relación amorosa larga o no tan larga: es paradójica por que todo lo que te rodea, en la mayoría de los casos, continua idéntica a cuando estabas al lado de tu ex- pareja y sin embargo todo parece diferente - nuevo, desesperantemente- diferente, no se siente igual ir a donde solías ir, ni hablar con quienes hablabas antes pero te tienes que adaptar a fuerza y, a veces, a lágrimas.
El otro cambio fuerte creo que es cambiarse de trabajo después de haber estado un buen tiempo allí, creo que es como cambiarse de casa o de ciudad: quedarán amigos a los que ya no se vera con la frecuencia de siempre, las tareas diarias cambiaran, las costumbres, las distancias y creo que lo peor de todo es la sensación de que voluntariamente estas dejando todas esas cosas y saber que deberás adaptarte a aquello nuevo que haz elegido y que no conoces tan bien como conocías a tu trabajo viejo, nuevamente debes buscar en el fondo de ti mismo tu capacidad de adaptación al cambio y cambiar.
El cambio puede dar miedo pero somos nosotros los dueños de nuestro propio ser y no deberemos dejarnos dominar por el miedo. Los cambios pueden ser muy buenos: esa pasta de dientes puede ser en verdad mejor que la antigua, la nueva ciudad puede tener muchas ventajas para tu desarrollo, el nuevo colegio puede tener mejores maestros , la nueva casa puede ser más grande y los vecinos menos ruidosos, ya es conocido que es mejor estar solo que mal acompañado y puede que en ese nuevo trabajo los nuevos retos profesionales te enriquezcan más que en el antiguo.
FINALMENTE LA VIDA ES CAMBIO ,HAY QUE ADAPTARSE.
Hay cambios simples como cambiar de marca de shampoo o de marca de pasta de dientes puede que te hayas demorado en revisar las características de todas las marcas, si eres super obsesivo, pero una vez hecho el cambio no es difícil adaptarse a el.
Pero hay cambios más complejos como por ejemplo mudarte de ciudad cuando tienes 11 años: ello implicará despedirte de tus amigos, cambiar de colegio, ir a vivir a una nueva casa, un nuevo barrio, un sin fin de cosas nuevas que comparar con las cosas que dejaste atrás pero eres niño y te adaptas (los niños tienen una extraordinaria capacidad de adaptación)
Entre los cambios más difíciles y paradójicos se encuentra el terminar una relación amorosa larga o no tan larga: es paradójica por que todo lo que te rodea, en la mayoría de los casos, continua idéntica a cuando estabas al lado de tu ex- pareja y sin embargo todo parece diferente - nuevo, desesperantemente- diferente, no se siente igual ir a donde solías ir, ni hablar con quienes hablabas antes pero te tienes que adaptar a fuerza y, a veces, a lágrimas.
El otro cambio fuerte creo que es cambiarse de trabajo después de haber estado un buen tiempo allí, creo que es como cambiarse de casa o de ciudad: quedarán amigos a los que ya no se vera con la frecuencia de siempre, las tareas diarias cambiaran, las costumbres, las distancias y creo que lo peor de todo es la sensación de que voluntariamente estas dejando todas esas cosas y saber que deberás adaptarte a aquello nuevo que haz elegido y que no conoces tan bien como conocías a tu trabajo viejo, nuevamente debes buscar en el fondo de ti mismo tu capacidad de adaptación al cambio y cambiar.
El cambio puede dar miedo pero somos nosotros los dueños de nuestro propio ser y no deberemos dejarnos dominar por el miedo. Los cambios pueden ser muy buenos: esa pasta de dientes puede ser en verdad mejor que la antigua, la nueva ciudad puede tener muchas ventajas para tu desarrollo, el nuevo colegio puede tener mejores maestros , la nueva casa puede ser más grande y los vecinos menos ruidosos, ya es conocido que es mejor estar solo que mal acompañado y puede que en ese nuevo trabajo los nuevos retos profesionales te enriquezcan más que en el antiguo.
FINALMENTE LA VIDA ES CAMBIO ,HAY QUE ADAPTARSE.